13 mar 2024 ~ 0 comentarios ~ Etiquetas:

A por la puerta principal de entrada, arranca la sexta campaña de excavación en el yacimiento tarteso del Turuñuelo

Los rostros hallados durante las últimas excavaciones continúan en Madrid después de haberse realizado distintos análisis para conocer “qué piedra es, de donde viene o los pigmentos que tiene”. 

13/03/2024. El Diario

La sexta campaña de excavaciones en el entorno del yacimiento tartésico del Turuñuelo, en Guareña (Badajoz) comenzará en breve y se prolongará hasta finales de mayo o principios de junio, después del gran éxito obtenido durante la anterior con el descubrimiento de los cinco rostros que se convirtieron en un auténtico fenómeno mediático.

El investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sebastián Celestino, ha explicado, antes de ofrecer una conferencia en Badajoz, que uno de los grandes objetivos de esta nueva fase es encontrar la puerta principal de entrada al entorno, que se busca desde hace varios años. Según ha precisado, esta búsqueda continúa hacia el este, “pues estos edificios se orientaban hacia la salida del sol”, con la esperanza de que la puerta sea encontrada, ya que lo hallado parece que las excavaciones se acercan a este logro, además de que “alguna vez hay que encontrarla”.

Un total de 10 investigadores y seis peones llevarán a cabo estas labores. Tras los éxitos de las últimas excavaciones “ahora hacen falta también cuestiones de infraestructura, como cubrir, proteger, restaurar y poner al día” el entorno “para que la ciudadanía pueda visitarlo”, ha dicho.

Los rostros hallados durante la anterior campaña continúan en Madrid después de haberse realizado distintos análisis para conocer “qué piedra es, de donde viene o los pigmentos que tiene”, y esta semana comenzarán las tareas de limpieza, que durarán unos dos meses antes de su regreso a Badajoz.

Sebastián Celestino ha reconocido que los investigadores “no esperaban tanto revuelo” tras el descubrimiento de estos rostros pues “se consideraba un hallazgo muy importante” para el propio sector pero no con tanta repercusión mediática a nivel global“. No obstante, ha reconocido que esta circunstancia ha servido además para ubicar a Extremadura en el mapa de la arqueología, pues ”no mucha gente conocía los trabajos que se realizaban en la comunidad autónoma“, hallazgo impulsado además con un claro sello extremeño.

Durante la conferencia se ha trasladado cómo ha cambiado el paradigma de la civilización tartesa en los últimos años a raíz de estas excavaciones en El Turuñuelo. El objetivo de Sebastián Celestino y de Esther Rodríguez, directores de las excavaciones, ha sido además acercar al público asistente la cultura tartésica, que ha pasado del mito y la leyenda a la realidad histórica a raíz de muchos de estos hallazgos. 

Leer más »

10 mar 2024 ~ 0 comentarios ~ Etiquetas:

La historia que persiste: El caso de Tejada la Vieja, legado tartésico único en Huelva

El jerezano Francisco Jordi da a conocer los nombres más antiguos de Tejada (Huelva): la Nueva (siglos IV-I a. C.), Ilbitugir, sucesora de la Vieja (VIII-IV a. C.), Elibyrge. 

10/03/2024. Huelva Información

Esta es la historia de una ciudad que resurge en otra ubicación para florecer en todo su esplendor, hasta el punto de encabezar a una etnia, la bástulo-púnica, y participar en los circuitos comerciales de la costa atlántica andaluza y mediterránea. Y comienza así.

El camino para resolver la incógnita sobre las monedas púnicas “inciertas” iniciado por el investigador jerezano Francisco Jordi Páez, junto a la doctora en Filología Semítica de la Universidad de Barcelona María Josep Estanyol i Fuentes, ha llegado a su fin. El autor afirma que “si una cosa he aprendido de esto es que, como decía el poeta Antonio Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Hemos cuestionado todo y solucionado de raíz un problema de identidad de dos enclaves, Lebrija y Tejada la Nueva (Huelva), a partir de sus monedas y su adscripción a dos etnias significativas del sur de la península ibérica entre los siglos II y I a.C.: la turdetana y bástulo-púnica”. “Tejada la Vieja es un auténtico hito del mundo tartésico, hasta el punto que protagonizó el Congreso Internacional de Urbanismo Protohistórico celebrado en Huelva, a finales de 2022”, asegura Jordi. 

El joven investigador inició un trabajo sobre los orígenes de su tierra, Jerez, a través del estudio de dos grupos de monedas púnicas “inciertas” que le condujo, en primer lugar, por una “senda más que inesperada”: hasta Lebrija. En 2022 presentó en el X Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos celebrado en la isla de Ibiza, Las monedas del grupo ‘caballo y palma’ en el paleoestuario del río Guadalquivir en el que dio a conocer Naprišan, la ciudad que constituía la cabecera de los turdetanos, antecesora de Nabrissa romana. Ahora, dos años después, el otro grupo de monedas le ha llevado hasta Tejada la Nueva, una auténtica encrucijada en la que se da el mismo problema que Lebrija: una ciudad que antecede a la romana, pero con una peculiaridad, que hereda el nombre de otra, que es tartésica, “con unos restos mucho más impresionantes y que se abandona en torno al siglo IV a.C.”. 

Ante tales problemas, Jordi era consciente de que, de encontrar un nombre anterior a Ituci romana, debió de situarse en la misma ubicación que la Nueva, dada su fundación ex novo, con un nombre muy similar al de su antecesora en la Vieja. Así pues, se adentró en sus entresijos históricos y presentó semanas atrás un estudio en el Hogar Príncipe Felipe de Escacena del Campo (Huelva), en el que daba a conocer el nombre más antiguo, no sólo de Tejada la Nueva (Ilbitugir) sino también de la Vieja (Elibyrge).

Esta conferencia, celebrada con motivo del 50 aniversario del descubrimiento de la ciudad tartésica de Tejada la Vieja (1974-2024), que fue presidida por la teniente de alcalde, María Dolores Bermúdez, y presentada por el presidente de la Asociación Cultural Scatiana, José Manuel Franco Castro, se publicará como artículo científico en las Actas del X Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos con el título Las monedas del grupo ‘jinete con clámide’, ‘caballo pastando’ y ‘racimo de uvas’ en la fértil campiña bañada por el río Guadiamar, dedicado in memoriam a la gran fenicista, María Eugenia Aubet i Semmler, fallecida hace pocos días, por su legado al mundo académico, pues fue la primera persona a quien Jordi se dirigió para comunicar sus investigaciones de cara al XCIEFP en Ibiza.

Problemática

Estas monedas han sido estudiadas por diversos autores desde el siglo XIX hasta nuestros días. Los hallazgos siempre apuntan al sur de la península ibérica, aunque también se tiene constancia de un hallazgo en 1907 en Guamasa, situada en La Laguna de Tenerife, por el cazador Ignacio Pérez Suárez.En el siglo XIX, el historiador, académico y numismático Antonio Delgado Hernández propuso que pertenecían a Ituci (Tejada), tanto por la procedencia de dichas monedas como por la similitud de sus leyendas, pero, más tarde, descarta tal atribución y lee aibr identificada con Abra en dos piezas con muchas reservas, afirmando que los hallazgos son casi siempre en el Aljarafe de Sevilla.

El jurista y epigrafista Manuel Rodríguez de Berlanga lee aimgr (Moguer), aunque piensa que son norteafricanas y no hispanas, a pesar de reconocer sus frecuentes hallazgos en Andalucía.En el siglo XX, el hebraísta, arabista y epigrafista Josep Maria Millàs Vallicrosa propone ygtgr y las atribuye a Ituci (Tejada). El arqueólogo y numismático Antonio Vives Escudero incluye estas piezas entre las “inciertas” y piensa que son del Norte de África e identifica un racimo de uvas.

El arqueólogo e historiador Antonio Beltrán, siguiendo a Millás, lee Athingada o Athinguera identificada con Tingentera en Isla Verde frente a Algeciras y confunde el diseño con un caballo oliendo un bucráneo.El hebraísta, arabista y epigrafista Josep Maria Solà-Solé lee mn’yptbk o yptbk y las atribuye todas a Ituci (Tejada), pues considera idénticas las leyendas y, junto con el numismático Antonio Manuel de Guadán, opinan que el caballo bebe de un vaso colocado en el suelo, como si estuviera abrevando en un recipiente o copa de libación.

El numismático británico Gilbert Kenneth Jenkins lee mgsn y mgs’n, mientras que la arqueóloga española Carmen Alfaro Asins apunta la inexistencia de la partícula mn que defendía Solá Solé, admitiendo al principio su lectura, pero luego propone ypbr. Las atribuye a Ituci (Tejada) o Ebora (Cortijo de Évora). Aunque identifica una piña tendida, en vez de un racimo de uvas. Indica que existen otros valores, como aleph aspado, que es típico del neopúnico.

Los numísmatas José Antonio Sáez Bolaño y José Manuel Blanco Villero opinan que se trata de un racimo de uvas y leen en todas ypbr identificada con Ebora (Cortijo de Évora) y asocian su diseño sacerdotal con el santuario púnico de la Algaida. El filólogo Santiago Pérez Orozco, analizando leyendas púnicas y neopúnicas, lee ylbr, aunque no descarta ylrk o ylr (Ilurco/Iluro anterior a Iliberri romana). 

Tejada la Nueva

Este enclave, situado sobre un alcor y dominando las fértiles tierras del actual condado de Huelva en conexión con el río Guadiamar a través del arroyo, fue cabecera de una comarca, la cual era su distrito o iqlim, siendo su nombre el de Talyata. Esta ciudad islámica heredó su nombre de la Ituci romana, adscrita al conventus Hispalensis, que aparece citada con relativa frecuencia en las fuentes clásicas, además de ser la patria de Pompeya Plotina, esposa del emperador Trajano, según las fuentes medievales, y que acuñó monedas con escritura latina y también púnica o neopúnica, referida a una ciudad anterior surgida, ex novo, a partir del siglo IV a.C., tras el despoblamiento de la Vieja situada en una clara oposición.

La epigrafista María Josep Estanyol i Fuentes pudo leer en las monedas inciertas claramente ylbr y ylgr que, junto a las dos monedas de transición en la que lee yltgr durante los inicios de la romanización, dan lugar a Ilbitugir, del que derivaría el etnónimo “bástulo”, al igual que hicieron otras ciudades que acuñaron monedas ibéricas y constituían la cabecera de sus respectivas etnias, citadas en las fuentes clásicas durante la conquista romana (Iltirta, ilergetes; Iltirkesken, ilercavones; Kese, cesetanos, Layesken; layetanos; Naprišan, turdetanos; Ipolka, túrdulos; Ausesken, ausetanos; Iaka, iacetanos, etc.).

La lectura, de derecha a izquierda, empieza con inicial aleph púnica, al igual que Gadir (Cádiz) y en su forma aspada, neopúnica, que Ibošim (Ibiza); yod púnica con una morfología variable, apreciándose o no el punto central del signo; lamed por su similitud con la de Lixus o Tagilit, pero, sobre todo, con la fórmula administrativa de b‘b‘l en Asidon; beth que adopta la forma de un cayado que en su porción superior es redondeado; taw que se enfatiza con la transición hacia la moneda romana de Ituci; gimel en forma de gancho, parecida a la de Olontigi, que dará lugar a la /c/ latina; resh final con su variante en forma de escarpia, que dan la transliteración completa de Ilbitugir, muy similar al de Rusadir (Melilla) y Gadir (Cádiz) púnica en su tramo final, aunque es una leyenda monetal inspirada de la de Larissa, situada en Grecia, acompañando al tipo “caballo pastando”.

“Estos préstamos epigráficos e iconográficos son habituales en estas ciudades-cabecera que, dentro de su complejidad étnica, mantenían aún su filiación étnica hacia aquellas culturas con las que se sentían más identificadas. En este caso, es evidente no sólo su intensa punicización, sino también su helenización. En cuanto a su etimología, el topónimo Ilbitugir parece derivar para su tramo inicial: de la raíz il- “ciudad” en ibérico; y para su tramo final: de la raíz ghir- “corriente de agua o cuenca por donde discurre” en líbico-bereber, en alusión al río Guadiamar, por lo que nos indica su filiación, por un lado, ibérica y, por el otro, númida, además de púnica por su radical bt- escrito en púnico, que esconde a los “bástulos” también llamados “púnicos”, explica Jordi.

Tejada la Vieja

Este enclave, situado en el piedemonte y abandonado en el siglo IV a.C., para trasladar su población a la “tierra llana” para levantar “la Nueva”, se fundó en torno a finales del siglo IX a.C. durante el contexto de la colonización fenicia. Fue una de las ciudades tartésicas más importantes, siendo redistribuidora de la minería, dado su acceso a la zona minera de la faja pirítica, además del vino, pues en las últimas excavaciones realizadas se han encontrado posibles espacios decantadores del vino y una zona de pisado de la uva, dando a entender su dedicación a la producción vitivinícola. Esta ciudad cuenta con una muralla de cuatro metros de alto y tres de grosor, con unos bastiones semicirculares adosados para reforzarla, dándole alto prestigio.

Por tanto, si este enclave dio nombre a la Nueva, conocida como Ilbitugir por acuñar monedas púnicas con influencia helénica, su nombre debió de ser similar al de su antecesora. Tras rastrear en las fuentes clásicas, se encontró ese nombre, correspondiente a una ciudad tartésica importante, citada por el historiador griego Hecateo de Mileto, en su obra Periégesis, datada en torno al siglo VI a.C. y recogida por el lexicógrafo griego Esteban de Bizancio: “Elibyrge, ciudad de Tartessos”, siendo el nombre más cercano al de Ilbitugir bástulo-púnica. Es citada junto a “Ibila, ciudad tartésica –ignota– que tendría minas de oro y plata” que podría ser la cercana Niebla, situada a orillas del río Tinto, conocida con el nombre de Ilipla romana. 

Adscripción étnica

Los bástulos aparecen citados en las fuentes clásicas y situados en la costa atlántica andaluza. Estrabón (III, 1, 7) nos dice que “los pueblos que habitan el litoral entre las desembocaduras de los ríos Anas y Betis se denominan bastetanos o bástulos”; (III, 4, 1) “al igual que las comunidades que habitan la franja costera entre las Columnas de Heracles y Karchedón Nea”.

Mela (III, 3) “a los que sobrepasan el cabo de Juno y siguen las tierras que están a la derecha, según se sale, los recibe el mar Atlántico y la costa de la fachada bética, que, a no ser porque se retira una vez y de nuevo otra un poco, es casi recta hasta el río Anas. Túrdulos y bástulos la pueblan”. Los autores se refieren a ellos como “blasto-fenicios” según Apiano (Iber. 53), “bástulos llamados púnicos” según Ptolomeo (II, 4, 6) o “bástulo-poenos” según Marciano de Heraclea (II, 9).

“Está claro que el dinamismo económico de Ilbitugir, dentro de la órbita económica de Gadir púnica, actuaría como foco de atracción de la población a través del río Guadiamar que le permitía su conexión con la franja costera gaditana. Los romanos crearon, de nuevo, un constructo al observar cierta complejidad étnica en convivencia con los púnicos. La situación de Ilbitugir en el centro del condado de Huelva, un panhandle o corredor que comunicaba el estado púnico-costero con el bástulo-interior, así como su conexión con la costa atlántica andaluza a través del río Guadiamar, hizo que se convirtiera en una referencia de identidad para los bástulo-púnicos. La presencia de caballería númida podría deberse a una repartición de tierras a cambio de sus servicios militares, siendo la ciudad fortificada el puesto de avanzadilla al frente de esa hipotética cleruquía mercenaria”. 

Deidad sincretizada

En los anversos, caracterizados por su homogeneidad, sin observar esas rupturas como sucedía en el caso de Naprišan, aquí se representa a una deidad tocada con un bonete redondo, que adopta, a veces, la forma de la exuvia elephantis del período helenístico representada en las monedas de los reyes númidas y acaba conformándose en una serie de líneas de puntos al estilo ibérico, más concretamente túrdulo. “Estos singulares tocados están ceñidos por una banda que se convierte al final en punteada, vestida con manto y con tres tirabuzones cayendo tras la nuca, al estilo griego, que luego desaparecen. El estilo abarca del bueno al tosco, siendo el último retrato más cercano a los bustos de Ipolka túrdula e influirá sobre uno de los retratos de la moneda de Onuba romana. Este retrato estaría relacionado con una deidad protectora del comercio internacional, dada su similitud con la estatua “sacerdotal” de una deidad hallada en la isla gaditana, con un sincretismo que enraíza con el mundo númida e ibérico”. 

Heráldica regional

Desgrana Jordi que en los reversos, de carácter heterogéneo, pero a su vez, homogéneos, al compartir los distintos anversos, tanto su composición epigráfica, inspirada de las monedas griegas de Larissa y púnicas de Gadir, adoptando el neopúnico como sistema de escritura, como sus diseños, deben ser leídos en “clave helénica” para comprender su significado. El jinete con clámide ondeando al viento, que representa a la caballería númida, helenizada, dada su inspiración helénica en las dracmas de Emporion (Ampurias) que suele portar un casco cónico o frigio, típico del mundo helénico, sosteniendo las riendas que recuerda su faceta bélica y de fertilidad. Este diseño será el que se inspire la moneda de transición a través del jinete con rodela, una adaptación tipológica que hace alusión a su filiación númida. El caballo pastando se identifica con Larissa y es copiada por Kese ibérica de los cesetanos, dando una idea de un remanso de paz entre los pastizales. El racimo de uvas, es de tipo cónico, distinto al alado, inspirado de la moneda griega de Maronea y adoptado por Olontigi (Aznalcázar). El toro con estrella en la moneda de transición, no sólo se trata de una renovación tipológica que tiene sus raíces en la moneda griega, sino también una inspiración de la moneda sardo-púnica de los mercenarios, con repercusión en casi toda la franja costera andaluza, siendo adoptada por las ciudades romano-republicanas de Ituci, Asido, Bailo y Lacipo. 

Producción monetaria

El peso de las monedas oscila entre los 14 y 4 gramos, con un módulo que oscila entre 25 y 28 mm., y acaba con 17 mm. Su patrón de referencia es el púnico-gaditano, por cuestión de tradición, pero, sobre todo, de prestigio, siendo sus denominaciones: duplos, unidades, mitades y cuartos. La cronología sería del siglo II al I a.C., con tres grupos de monedas clasificadas de acuerdo con sus emblemas, casi heráldicos, con el nombre de “jinete con clámide”, “caballo pastando” y “racimo de uvas”. Estos diseños expresan la distinción y homogénea reafirmación del grupo étnico, además de reforzar la cohesión de las identidades colectivas que conviven en la entidad cívica, conviviendo detrás púnicos, númidas y túrdulos, helenizados. No será hasta principios del siglo I a.C. cuando, en la transición hacia Ituci romana, este enclave acuñe dos monedas cruzadas de transición que enlazan con las series de la ciudad romana. 

Nuevos horizontes

Adelanta Jordi que ahora, tras cerrar este proyecto de investigación, “se abre otro, relacionado con las mal llamadas monedas “libio-fenicias”, un término usado por el políglota académico y numismático Jacobo Zóbel de Zangróniz, desde el siglo XIX, para referirse a un conjunto de monedas con una tradición epigráfica distinta, aisladas en un mismo bloque, en el que se darán a conocer los nombres pre-latinos, así como sus adscripciones étnicas, entre las que se encuentran: Turri-Regina (Casas de Reina), Iptuci (Prado del Rey), Lascuta (Alcalá de los Gazules), Asido (Medina Sidonia), Bailo (Bolonia), Oba (Jimena de la Frontera) y Arsa o Vesci aún sin localizar, correspondientes a ciudades romanas. Esta nueva línea de investigación se está preparando de cara para el extraordinario XI Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos que se celebrará en la isla de Malta en 2026”. 

Leer más »

7 mar 2024 ~ 0 comentarios ~ Etiquetas:

Las élites de la Edad del Cobre en el sur de la península Ibérica ingerían mercurio de manera ritual, envenenando a toda una comunidad

06/03/2024. La Brújula Verde. Guillermo Carvajal

Hoy en día, el mercurio es motivo de preocupación para las autoridades de salud y medio ambiente en prácticamente todos los países. Se han aprobado leyes y se han implementado programas para su total eliminación de las actividades humanas. Pero no siempre fue así: el mercurio y sus compuestos han sido muy apreciados y utilizados desde tiempos remotos en todo el mundo con diversos fines que van desde lo decorativo a lo medicinal, metalúrgico y simbólico.

En particular, el cinabrio (sulfuro de mercurio), un mineral de intenso color rojo, ha sido considerado en muchas culturas como una exótica materia prima, muy valorada y asociada con las élites y las prácticas sagradas. Un reciente estudio examinó uno de esos casos, ocurrido hace casi 5000 años en la Edad del Cobre de la península Ibérica, investigando la exposición al mercurio a través de huesos humanos.

El análisis incluyó un total de 170 muestras de 70 individuos humanos y 22 animales (más una muestra de suelo) del yacimiento de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción (Sevilla), en el suroeste de España. Es el mayor estudio realizado en un solo sitio sobre la exposición al mercurio en combinación con el uso de cinabrio basado en huesos humanos.

Se registraron valores anormalmente altos en algunos individuos que datan entre 2900 y 2650 a.C., especialmente en aquellos enterrados en tumbas notables pertenecientes a la élite social de ese período, pero también se encontraron altos niveles de mercurio en el resto de la población.

Estas elevadas concentraciones de mercurio en Valencina representan uno de los casos más intensos y prolongados de exposición a este elemento registrados en la historia humana, lo que lo convierte en un sitio importante para evaluar el largo y complejo historial de uso de esta sustancia.

El cinabrio, a menudo mezclado con otras sustancias minerales y aglutinantes orgánicos, se ha utilizado como pigmento durante milenios para pintar superficies rocosas, edificios, artefactos, textiles o incluso el cuerpo humano. En muchas culturas, el cinabrio y el mercurio también se han utilizado con fines medicinales, mágicos o para prolongar la vida.

Su uso como droga medicinal o mágica está bien atestiguado. Los alquimistas de la corte del primer emperador chino Qin-Shi-Huang, en el siglo III a.C., buscaban los secretos de la inmortalidad en el mercurio líquido. La medicina occidental hizo uso de dosis orales de sales de mercurio hasta el siglo XX para tratar diversas dolencias.

En la península Ibérica, hay un antiguo y extenso registro del uso de cinabrio y mercurio, lo que se refleja en una sustancial literatura. La prominencia de ambos minerales se explica por la presencia en Almadén (Ciudad Real) de la mayor mina de mercurio del mundo, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2012.

Las evidencias más antiguas del uso de cinabrio en la península Ibérica datan del Neolítico temprano, alrededor del VI milenio a.C. En el IV y III milenio a.C. (Neolítico final y Edad del Cobre), el cinabrio se ha encontrado en numerosos contextos funerarios, ya sea rociado sobre los pisos, los cuerpos y las ofrendas de las tumbas o utilizado como pigmento para pintar los ortostatos y arquitrabes de los monumentos megalíticos.

En Valencina, el uso de cinabrio fue particularmente intenso entre c. 2900-2650 a.C., en la primera de las dos principales fases de desarrollo del yacimiento. En esta fase, Valencina presenció un intenso monumentalismo como parte de sofisticadas prácticas rituales y funerarias que a menudo involucraban objetos finamente elaborados con materias primas exóticas.

En la tumba de «La Dama de Marfil» y en el tholos de Montelirio, monumento funerario de élite, el cinabrio tuvo una presencia penetrante. Fue usado para cubrir y pintar las grandes losas de pizarra que revisten los pasillos y cámaras y se roció abundantemente sobre los cuerpos y ajuares.

Los datos recopilados en el estudio revelan que la población de la Edad del Cobre de Valencina sufrió uno de los casos más dramáticos de exposición humana al mercurio conocidos en la historia.

Se pueden discernir varios tipos de exposición: La primera habría afectado a un pequeño grupo de especialistas religiosos y miembros de élite que quizás inhalaron o consumieron cinabrio como parte de su estilo de vida. La segunda exposición habría afectado a un contingente más grande, pero aún pequeño, de personas involucradas en la obtención y procesamiento de cinabrio. Un tercer tipo de exposición, que afectó a un grupo mucho más grande (quizás toda la población que habitaba o frecuentaba Valencina), habría sido indirecta, resultante de la presencia de mercurio en el medio ambiente o por la contaminación causada por la manipulación sostenida de cinabrio durante varias décadas.

Los principales efectos del mercurio incluyen toxicidad cardiovascular, toxicidad reproductiva y del desarrollo, neurotoxicidad, nefrotoxicidad, inmunotoxicidad y carcinogenicidad. Los efectos varían según la forma química del mercurio y la vía de exposición.

La población de Valencina estudiada aquí debió sufrir algunos, si no la mayoría, de los síntomas descritos, como trastornos neurológicos, motores, respiratorios, cardíacos, etc. Las concentraciones excepcionales encontradas en los huesos de algunas mujeres de la élite pudieron resultar de la inhalación, accidental o deliberada, de vapores de mercurio al calentar el cinabrio.

Se cree que estas mujeres eran especialistas religiosas a cargo de un importante santuario. Los trastornos neurocognitivos, motores y conductuales causados por el envenenamiento por mercurio, en muchos aspectos similares a los de las drogas alucinógenas, pueden haber sido una característica buscada entre este grupo altamente especializado involucrado en prácticas místicas, apariciones rituales dramáticas y gobernanza política.

Incluso si la prevalencia de tales prácticas fue relativamente corta, el procesamiento de cinabrio debió demandar una fuerza laboral dedicada a su obtención, procesamiento y manipulación, lo que habría llevado a la exposición de un número sustancialmente mayor de personas. El inevitable polvo fino de cinabrio pudo haberse depositado en los suelos y vegetación circundantes, ingresando luego a la cadena alimentaria y afectando a una parte aún más amplia de la población.


Fuentes

García Sanjuán, L., Montero Artús, R., Emslie, S. et al. Beautiful, Magic, Lethal: a Social Perspective of Cinnabar Use and Mercury Exposure at the Valencina Copper Age Mega-site (Spain). J Archaeol Method Theory (2023). doi.org/10.1007/s10816-023-09631-8

Leer más »

~ 0 comentarios ~ Etiquetas: ,

Unas jornadas divulgativas abordan desde este jueves en Valencina el uso de pigmentos en la prehistoria

06/03/2024. Europa Press

La Casa de la Cultura de Valencina de la Concepción (Sevilla) acoge este jueves a las 19,30 horas el comienzo de las actividades de unas jornadas divulgativas promovidas por la Asociación de Amigos del Patrimonio Arqueológico del Aljarafe Norte, junto con el Grupo Atlas de la Universidad de Sevilla de investigación en Prehistoria Reciente, sobre el uso de los pigmentos en la comunidad del asentamiento humano que durante la Edad del Cobre poblaba buena parte del territorio actualmente a ...

Leer más: https://www.europapress.es/andalucia/sevilla-00357/noticia-jornadas-divulgativas-abordan-jueves-valencina-uso-pigmentos-prehistoria-20240306185048.html

Leer más »

6 mar 2024 ~ 0 comentarios ~ Etiquetas:

El informe de un experto aconseja no presentar la candidatura de Itálica a Patrimonio Mundial

Entiende que el enfoque en la etapa del emperador Adriano no sería "razón suficiente para demostrar su valor universal excepcional, pues muchos de los sitios romanos declarados también contemplan este período". 

06/03/2024. Diario de Sevilla

Un informe de un experto incorporado al proyecto de candidatura al Patrimonio Mundial del conjunto arqueológico de Itálica, enclavado en Santiponce y donde descansan las ruinas de la antigua ciudad romana cuna del emperador Trajano y patria de la familia de Adriano, recomienda no presentar dicha candidatura al diferir de su "enfoque arqueológico"; pues el papel de dicho enclave en la arquitectura y el urbanismo en la etapa del emperador Adriano no sería "razón suficiente para demostrar el valor universal excepcional, pues muchos de los sitios romanos declarados Patrimonio Mundial también contemplan este período" y el "comparativo de exclusividad" no sería "suficientemente significativo".

En el expediente correspondiente al citado proyecto de candidatura de este recinto arqueológico al Patrimonio Mundial figura un informe de un experto, que destaca que el proyecto "demuestra un gran trabajo y equipo humano detrás" y "está muy bien desarrollado en su parte jurídico-administrativa, científica arqueológica y de conservación, mostrando sus mayores debilidades en los valores especiales, la redacción del nuevo plan director y en la carencia de plan de financiación".

EL "DURO TRABAJO" DEL CONSEJO ASESOR

El documento en cuestión reconoce el "duro trabajo documental" desarrollado a la hora de configurar la candidatura, impulsada hasta ahora por un consejo asesor presidido por la copresidenta de Civisur, Concha Cobreros; y en el que figuraban personalidades como la catedrática emérita de Arqueología de la Hispalense Pilar León o los arqueólogos y exdirectores del conjunto arqueológico de Itálica José Manuel Rodríguez Hidalgo y Fernando Amores.

La candidatura, según este experto, está "muy bien argumentada en protección y conservación", pero respecto al plan de gestión cuya elaboración corresponde a la Junta de Andalucía como propietaria y gestora del enclave, se trata de un documento "inexistente en este momento" y que "sólo está esbozado en directrices y estrategia general".

El informe urge además a "la actualización legal del plan director" que releve al de 2010, hecho que "podría compensar y justificar en parte la carencia de éste otro plan" de gestión; avisando respecto al plan director que "no parece suficiente con la justificación de poder seguir usando el vigente hasta su actualización".

Igualmente, el informe expone que la relación de puestos de trabajo (RPT) del conjunto arqueológico de Itálica "también es muy débil y claramente necesita más perfiles técnicos que aunque requeridos, deberían estar comprometidos o ser existentes ya para asegurar la sostenibilidad del bien a largo plazo". "Sin duda, es de alabar el trabajo del personal existente en este momento, pues tiene mucho mérito teniendo en cuenta que responde a la mitad de la plantilla estimada como necesaria", indica este experto.

El informe agrega que la autenticidad o integridad del yacimiento está "muy bien argumentada y sobradamente justificada", pues "es un sitio afortunado y protegido desde muy pronto, antes de la agresividad constructiva del siglo XX", lo que "ha permitido una buena conservación de valores en general, asumiendo inevitablemente los destrozos vinculados a la cercanía al enclave urbano actual de Santiponce".

LAS "DEBILIDADES"

Pero este experto avisa de que el análisis comparativo "es una de las mayores debilidades de la candidatura", por aspectos como que "se argumenta su excepcionalidad en base a un corto periodo cronológico, entendiendo esto como su gran diferencia y aportación frente al resto de sitios representativos del período romano de la lista, incluidos algunos de los declarados en España", pero "la realidad es que a efectos de una declaración de este tipo su aportación a la ciencia arqueológica como algo individualizado es poco consistente e incluso podría decirse que algo contradictoria con la tipología de bien".

En ese sentido, el informe no recomienda la presentación de la candidatura ante la Unesco "por la estrategia global y por el enfoque arqueológico de la justificación, contrario a los principios básicos de esta ciencia donde el contexto resulta clave más allá de unos años cronológicos específicos"; pues "muchos de los sitios romanos declarados Patrimonio Mundial también contemplan este período (el de Adriano) en sus candidaturas, aunque no sea el único que los justifica".

"Por tanto, el comparativo de exclusividad en cuanto a la época sobre un espacio físico no parece que sea suficientemente significativo, sólo por estar mejor representado que en otros", explica este experto, argumentando que "la ciudad no se abandona justo el día que muere un emperador o que cambia el gobierno de una ciudad, sino que la vida sigue en los sitios y esa otra vida no ha sido menos importante para mantener esta materialidad hasta hoy".

"Un sitio arqueológico hoy día debería justificarse en la interpretación de la materialidad hasta hoy", avisa este informe, explicando que "es probable que un expediente de este calibre se justificara en el momento que se presentó a lista indicativa (en 2018), pero la deriva de la historia de las declaraciones (a Patrimonio Mundial) y la gran cantidad de sitios arqueológicos de índole romana dificultan hacer viable esta apuesta".

Leer más »